El mito del 95% de rentabilidad

Seguro lo has visto más de una vez: anuncios de robots o estrategias que presumen un 95% de rentabilidad garantizada, gráficas que parecen una escalera al cielo, o gurús que aseguran haber encontrado “el santo grial” del trading. Suena demasiado bueno para ser verdad… y lo es.

La trampa de los números bonitos

El problema es que muchos traders, sobre todo al empezar, se dejan seducir por estas cifras. Ven un robot que presume haber acertado en el 95% de sus operaciones y piensan: “Eso es lo que necesito, con eso gano siempre.”

Pero hay un detalle crucial: no importa solo el porcentaje de aciertos, sino la relación entre riesgo y beneficio. Un robot puede acertar el 95% de las veces, pero si en ese 5% restante pierde todo lo ganado, el sistema es un desastre. La rentabilidad no se mide solo por frecuencia de aciertos, sino por cómo maneja las pérdidas y protege el capital.

Rentabilidad ≠ seguridad

Un sistema sólido no es aquel que gana siempre, sino aquel que resiste pérdidas sin colapsar. En lugar de obsesionarse con porcentajes de éxito, los traders profesionales miran:

  • Drawdown máximo: cuánto puede perder el sistema antes de recuperarse.
  • Escenarios extremos: cómo reacciona el robot ante eventos de alta volatilidad o cambios repentinos de tendencia.
  • Consistencia frente a distintas condiciones de mercado: si el robot funciona solo en un contexto específico, no es confiable a largo plazo.

Estos son los verdaderos indicadores de un robot sólido, no un número inflado en un anuncio.

La mentalidad correcta

Creer en el mito del 95% es peligroso porque te coloca en el lugar equivocado como trader: perseguir promesas rápidas en lugar de construir estrategias sólidas y resilientes.

Automatizar no significa buscar perfección; significa diseñar un sistema que funcione en el largo plazo, que pueda fallar y aun así mantenerse rentable.

Los traders que comprenden esto dejan de caer en trampas de marketing y empiezan a pensar como profesionales, evaluando riesgos, métricas y consistencia por encima de porcentajes llamativos.

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