
Al explorar diferentes robots de trading en plataformas como tradEAsy, es común encontrar estrategias que operan de formas muy distintas. Algunas hacen pocas operaciones, buscan ganancias más moderadas y priorizan el control del riesgo. Otras, en cambio, operan con más frecuencia, buscan movimientos más amplios y aceptan un mayor nivel de exposición. Esta diferencia tiene que ver con el perfil operativo del robot, que puede clasificarse como defensivo o agresivo.
Estrategias defensivas
Los robots defensivos son más cuidadosos con las condiciones del mercado. Usan señales muy filtradas, evitan operar en momentos de alta volatilidad y se enfocan en proteger el capital. Suelen trabajar con lotes pequeños, apalancamiento bajo y stop loss ajustados. Su meta es lograr resultados estables a largo plazo, aunque eso implique ganancias más bajas.
Estrategias agresivas
Por el contrario, los robots agresivos tienen un enfoque más audaz. Operan con señales más frecuentes, usan posiciones más grandes y buscan aprovechar movimientos fuertes del mercado, a menudo en plazos más cortos. Pueden generar mayores beneficios cuando el mercado los favorece, pero también tienen un riesgo mayor de sufrir caídas si el mercado va en su contra.
¿Cómo identificar el perfil del robot?
Para saber si un robot es defensivo o agresivo, puedes observar varios puntos clave:
- Volumen promedio por operación
- Nivel de apalancamiento
- Frecuencia de operaciones
- Drawdown (máxima caída histórica)
- Tasa de aciertos (porcentaje de operaciones ganadoras)
En general, los robots defensivos mostrarán curvas de rendimiento más estables y con menos altibajos, mientras que los agresivos tendrán resultados más variables, tanto en ganancias como en pérdidas.
Elegir según tu perfil
La elección entre una estrategia conservadora o agresiva depende de factores como tu capital, tu tolerancia al riesgo y el horizonte de inversión.
- Si tienes una cuenta pequeña o prefieres evitar grandes fluctuaciones, una estrategia defensiva puede darte más tranquilidad.
- Si estás dispuesto a asumir más riesgo a cambio de un posible mayor rendimiento, una estrategia agresiva puede ser una opción, siempre que estés preparado para enfrentar retrocesos temporales.
¿Y por qué no ambos?
También es posible combinar ambos enfoques en una sola cartera. Por ejemplo, puedes usar robots defensivos como base para mantener estabilidad y añadir estrategias agresivas en momentos clave del mercado, como durante tendencias claras o alta volatilidad controlada. Esto permite aprovechar diferentes escenarios y repartir mejor el riesgo.